En
el grupo hay un rebelde: el Burro Ortoga no quiere participar más
del juego y la discusión gira alrededor de esto.
Daviche:
¿Dónde está Ortoga?
Lastrada:
Ni idea, ¿lo buscaste en el baño?
Daviche:
Sí, lo busqué en todas partes y no lo encuentro.
Alonzo:
Es raro, no me explico que pudo haber pasado. De acá no se
puede escapar.
Yamón:
Ya lo voy a agarrar, cuando lo vea le voy a decir que no se puede
escapar así por que sí.
Méndez:
Esto de escaparse me hace acordar a Chacho, otro cobarde.
Gayego:
Perdón, Carlo, pero Coutet no es cobarde, pone unos huevos,
va al frente con todo.
Méndez:
Estoy hablando de otro Chacho, Trolo.
Gayego:
Ahhh....
Comizzón:
Miren, parece que dejó una carta.
Yamón:
Cagasso, leéla vos que sos el único que sabe leer.
Cagasso:
En realidad, no hace falta que la lea porque yo también la
escribí, ya que el Burro no sabe.
Daviche:
¿Y qué dice?
Cagasso:
Dice que no quiere seguir acá hasta que no le paguen lo que
le prometieron, ya se cansó.
Alonzo:
¡Que falta de respeto! Si yo jugaba solo por la camiseta...
Gayego:
No creo que esté cansado por ese tema, para mí que
se fue porque como ahora es cantante se dio cuenta que puede tener
más éxito ahí.
Méndez:
¿Canta? ¿Qué canta?
Gayego:
Cumbia, bailanta, esas cosas.
Méndez:
Como puede robar con eso, no tiene cara. Me da vergüenza ajena.
Daviche:
Me imagino su indignación. Ud. fue un presidente honesto
que jamás se le hubiese ocurrido afanar. Lo comprendo.
Alonzo:
Todo esto es culpa tuya, por prometer pagarle algo que es imposible.
Lastrada:
Che, Alonzo, me tenés podrido, siempre armando quilombo,
aportá alguna idea.
Alonzo:
Mirá quién habla, ¡el eterno perdedor de clásicos!
Yamón:
Pero si yo no dije nada...
Gayego:
¡Y yo tampoco!
Méndez:
Buto, aclará a cuál de los perdedores de clásicos
te referís porque acá abundan.
Alonzo:
Estoy hablando con Lastrada, con el capitán de las derrotas.
Me da lástima que acá sean todos perdedores.
Méndez:
No todos, io nunca he perdido en nada. Golf, tenis, minas, fútbol,
elecciones, he ganado todo.
Repentinamente,
aparece el Burro Ortoga y Yamón lo hace a un lado para hablarle.
Luego, los dos vuelven al neuro-psiquiátrico y se produce
este diálogo:
Daviche:
¿Qué le dijiste al Burro? ¿Lo retaste?
Yamón:
Le dije que no sea boludo, que si se quiere ir, que me avise...
¡¡¡¡¡así nos vamos los dos!!!!!
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