La confirmación: son
hijos nuestros
La década del '90
fue única en la Historia: nunca un equipo le había ganado tantos
clásicos al otro. Boca había ganado la mayoría de los partidos importantes,
pero había una paridad casi absoluta entre ambos equipos. La confirmación
de la paternidad empezó en 1991: Boca le ganó los 5 partidos que
disputaron entre enero y marzo (2 de copas de Verano, 2 de Libertadores
y el restante por el Clausura). En uno de ellos, Boca remontó un
1-3 para ganar sobre la hora 4-3. En el '92, ganó 1 a 0 con gol
de Martínez y fue decisivo para alzarse con el título. En 1993 triunfó
en los dos partidos jugados en el Monumental. En el '95, ganó 4-2
y logró la mayor serie consecutiva de victorias como visitante (tres).
En el Clausura '96 ganó 4 a 1 con un gran partido de Maradona y
de Caniggia, quien convirtió 3 goles. En el Apertura de ese año
tuvo otra alegría más: ganó sobre la hora con el recordado nucazo
de Guerra. También triunfó de local en el '98 y '99, logrando una
seria de 4 victorias seguidas de local, también récord en la Historia.
Además, se mantuvo invicto durante 9 años en el Monumental y estuvo
9 partidos oficiales sin ser derrotado en ningún estadio... obviamente,
también fueron récords. Y sobre el final de la década, la frutilla
del postre: Boca ganó 3-0, eliminó a River de la Copa Libertadores,
con un gol de Martín Palermo, su máximo goleador, que justo reaparecía
en ese partido después de 6 meses por una lesión. Y ese triunfo
abrió el camino hacia la Conquista de América primero, y del Mundo
después.
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Uno
de los 3 goles que Caniggia le hizo a River en la goleada 4-1 del
'96

El
nucazo de Guerra, aquel gol sobre la hora que le dio el triunfo
a Boca por 3-2

¿La
máxima humillación de la Historia? Quizá... El gol de Palermo, que
volvía de una lesión, sirvió para eliminar a River y clasificar
a Boca en la Libertadores 2000
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